¿Quién es Alba Malaver?
Alba Malaver, es la nieta de Don Elías Baracaldo Piñeros.
Docente, hija de docentes.
Oriunda de Manta, Cundinamarca, retazo de cielo en el Valle de Tenza.
Normalista de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Villapinzón, Cundinamarca.
Mamá de Fernando Gómez-Malaver.
Esposa.
Colombiana. Mexicana por adopción. Inmigrante en Estados Unidos.
Comunicadora social y periodista.
Escritora.
Feminista.
Maestra en Letras Iberoamericanas.
Resaltó su labor como Asesora de prensa en el Congreso colombiano y como Asistente social del Consulado de Colombia en Houston.
Fundó la revista bilingüe Connexion W.
Actualmente se desempeña como profesora de español y literatura en Cleveland High School, Texas.
Una vida con espíritu altruista.
Semblanza de una soñadora
Aprender, compartir y difundir la riqueza de mi cultura hispana a través de las letras ha sido la gran motivación de mi vida. El periodismo y la literatura me han salvado.
A mis diez años mi padre, un profesor de Español y Literatura, me regaló la primera novela que llegaría a mis manos, “María” de Jorge Isaacs. La leí desde los ojos de una niña provinciana, campesina e hija de docentes, un diálogo que me permitió analizar mi realidad y mi entorno, una Colombia fragmentada, violenta, con rezagos de colonialismo y ansias de modernidad. Esas primeras letras cautivaron y marcaron mi vida. Para mi fortuna, al contrario de la protagonista de la obra, la década de los noventa permitiría que el sueño de una niña de acceder una educación de calidad estuviera a mi alcance; mis padres decidieron enviarme a un internado, la misma escuela para maestros donde mi madre, al igual que yo, se formara como tal. A los doce años me hallé conviviendo día y noche con jovencitas cuyas historias y marcados acentos me enseñaron lo diverso que era mi país. Comencé entonces lo que en voz del antropólogo y periodista cubano Fernando Ortíz y del crítico uruguayo Ángel Rama sería calificado como un proceso transculturador. Todo lo quería escribir. Todo lo quería contar.
Los medios de comunicación permitieron que mi espectro de vida fuera cada vez más amplio. Cada quince días podía ir a mi casa y así, sábados y domingos, caminar con alegría hasta la finca del distribuidor de El Espectador, periódico nacional al que mi padre, asiduo lector de noticias, estaba suscrito y de paso poder aprovechar la dicha de disfrutar de tan diversas lecturas. Supe que a través de las letras no solo podía alcanzar distintos mundos sino que también se podía contar y al mismo tiempo transformar la realidad cotidiana. El periodismo me atrapó. Estudié dicha carrera y me hallé en medio de consejos de redacción donde ríos de sangre, muerte y fiesta se convertían en el día a día de un país anestesiado ante el dolor.
A los diecinueve años el amor tocó mi vida; formé un hermoso hogar donde nació el más bello ser humano que he conocido, mi hijo Fernando. Sin buscarlo el matrimonio resultó la institución más sólida en mi vida, veintisiete años lo confirman. La familia me ha acompañado por encima de alegrías y tristezas.
Elegimos la vida y nos hallamos en la ciudad de Puebla donde estudié la maestría en Letras iberoamericanas. México me enseñó lo que es ser colombiana mientras al mismo tiempo me enamorara.
Los talleres literarios detonaron la ebullición de relatos que estaban dentro de mí. Comencé a contar y terminé escribiendo mi primera novela “Y atrás vienen los otros”, la historia de cinco mujeres migrantes en Estados Unidos cuyas vidas se entretejen en una obra que muestra el efecto dominó de la situación social colombiana: el desarraigo, la errancia imparable e irremediable y la sobrecarga de tenacidad ante las diversas situaciones de la vida.
En el proceso de escritura de la novela, uno de los capítulos fue escogido para ser publicado en el libro de antología autobiográfica “Palabras que cobran vida”, auspiciado por la Secretaría de la mujer, en el estado de Guerrero, México, en el año 2007. Ese mismo año retomé mis labores como docente gracias a la invitación de la Universidad Loyola de Acapulco.
En la búsqueda de aportar, aprender y trabajar por y para mi comunidad emprendería el viaje a Texas en el año 2013 para desempeñarme como Asistente social y Asesora de prensa en el Consulado General de Colombia en Houston; luego fundé y fungí como editora de la Revista Bilingüe Connexion W; al momento de escribir estas letras me desempeño como profesora certificada de Español y Literatura en Cleveland High School, en Cleveland, Texas.
Alba Malaver